El proyecto se conoce como LinkNYC y comenzará a funcionar en 2015. Unas 10 mil estaciones reemplazarán los actuales puestos de telefonía pública.
Si usted vive en Nueva York esta será una gran noticia, si no vive allí resultará en una curiosidad o un experimento que vale la pena seguir para ver su éxito y si otras ciudades adoptan la iniciativa. Las autoridades han dispuesto el emplazamiento de unas 10 mil estaciones de Wifi de tipo gigabit en la vía pública. Estas unidades reemplazarán a las viejas cabinas y puestos telefónicos. El servicio será gratuito y comenzará a funcionar a partir de 2015.
álculos oficiales señalan que este servicio brindará una conexión de banda ancha 20 veces más rápida (un gigabit por segundo) que las opciones comerciales promedio en el área. Las nuevas estaciones también soportarán llamadas de telefonía tradicional y el servicio será gratuito si se produce dentro de los Estados Unidos. Por otro lado será posible cargar los dispositivos móviles sin costo alguno. La interfaz de las estaciones utiliza una pantalla táctil con sistema operativo Android.
El servicio, que se conoce como LinkNYC, fue propuesto por un consorcio de compañías conocido como Citybridge. Entre sus miembros se encuentran Qualcomm, Control Group, Comark y Titan. El servicio se sostendrá a través de ingresos publicitarios que se calculan en USD 500 millones en el plazo de una docena de años. La idea es que los ciudadanos de Nueva York no tengan que poner ni un dólar. Los avisos publicitarios serán dispuestos a través de pantallas.
Nueva York está lejos de ser una ciudad con problemas de acceso a Internet, se calcula que el 96% de su población está conectada o tiene la posibilidad de acceder a la red. No es tampoco la primera ciudad o región que implementa un servicio de Internet gratuito. Lo interesante es el nivel de inversión en infraestructura y la idea de que esta puede sostenerse por sí misma sin costo para el usuario. Si esta iniciativa prueba ser exitosa, es decir económicamente sustentable, no sería extraño que se repita en otros lugares.
Fuente: The New York Times